Martel Schwichtenberg nació en el año 1896 en Hannover, Alemania.

Schwichtenberg, diseñadora gráfica y artista. Durante casi 30 años, trabajó como directora artística y más tarde como diseñadora gráfica independiente para una reconocida empresa de repostería en Hanóver. Incluso después de más de 50 años de su fallecimiento, sus contribuciones artísticas perduran, especialmente a través del icónico logo de Bahlsen, que fue desarrollado a partir de la firma del fundador.

Desde el inicio de su colaboración con Bahlsen en 1917, Schwichtenberg fue capaz de crear una imagen renovada y vanguardista para los productos y la publicidad de la empresa, inspirándose en las corrientes artísticas de cada época. Su enfoque innovador y su talento le permitieron destacarse como una de las pioneras del diseño corporativo en los primeros días del arte publicitario.

El legado de Schwichtenberg perdura gracias a su notable trabajo en la historia de la empresa y en sus archivos. Incluso en el centenario de su nacimiento, el ya desaparecido Museo Bahlsen en Hanóver honró su obra gráfica publicitaria con una exposición, asegurando que su legado no fuera olvidado.

Justine Adele Martha Schwichtenberg recibió formación en la escuela de artes aplicadas en Hannover. A los 20 años, se trasladó a Hagen, una ciudad que en aquel entonces era considerada una metrópolis provincial del arte moderno, después regresó a Hanóver, Schwichtenberg trabajó en los primeros diseños de carteles y envases para Bahlsen. Gracias a un contrato permanente con la empresa, estableció su propio estudio en Berlín-Charlottenburg en 1920 y se unió a prestigiosas organizaciones como el Werkbund y el grupo revolucionario Novembergruppe.

A finales de 1932, Schwichtenberg tomó la decisión de vender su casa en Grunewald, Berlín, presentó una solicitud de emigración y se trasladó a Sudáfrica a principios de 1933. Allí, logró establecer una nueva vida sin mayores dificultades y continuó colaborando con Bahlsen como diseñadora independiente, a pesar de la distancia geográfica.

Sin embargo, su sueño africano terminó trágicamente seis años después. Un incendio arrasó su casa y estudio en Sudáfrica, destruyendo alrededor de 400 de sus obras almacenadas allí. Durante una visita privada a Múnich, quedó atrapada por el estallido de la guerra, lo que le impidió abandonar el país. Schwichtenberg buscó refugio en el sur de Alemania, vivió temporalmente en un sanatorio en Glotterbad, luchó contra la depresión y la adicción al alcohol, y finalmente fue diagnosticada con cáncer. Murió poco después del final de la guerra, a los 49 años, en una situación de gran sufrimiento y soledad.

El estilo gráfico de Martel Schwichtenberg se caracterizaba por su enfoque innovador y su capacidad para adaptarse a las corrientes artísticas de su tiempo. A lo largo de su carrera, Schwichtenberg experimentó con diversos estilos y técnicas, reflejando así su versatilidad como diseñadora gráfica.

En sus trabajos, se pueden apreciar influencias del expresionismo, el modernismo y la Nueva Objetividad. Sus diseños gráficos se destacaban por su dinamismo, el uso de colores vibrantes y la composición audaz. Schwichtenberg tenía un talento para capturar la atención del espectador a través de su enfoque visualmente impactante. Además, su trabajo se caracterizaba por su capacidad de adaptarse a diferentes formatos, desde carteles hasta envases de productos.

Hoy en día, el legado de Martel Schwichtenberg se mantiene vivo y es recordado. En el año 2006, una calle en el barrio de Seelhorst, en Hannover, fue nombrada en su honor, como un tributo a esta destacada artista hannoveriana.